Hoy 20 de marzo me doy un tiempo para escribirles, primeramente agradeciéndoles por sus oraciones por todos nosotros aquí en Japón. Doy gracias a nuestro Buen Dios por su amor para con nosotros y una vez más por el DON de la VIDA.
Actualmente, todos estamos aquí viviendo una experiencia común pero a la vez personal, hay tristeza, miedo, incertidumbre, y el dolor de la separación de familiares y amigos que se regresan a su país.
Ya pasó más de una semana desde el 11 de marzo y todavía no hay un sentimiento estable en nosotros, pero en el fondo de nuestro Corazón solo hay la” Confianza en Dios” es esto lo que viene a traernos y despertar en nosotros la ESPERANZA.
Desde el 11 de marzo muchas cosas se interrumpieron, se pararon, muchos de nuestros hermanos, hermanas murieron pero tanto para ellos como para nosotros ALGO NUEVO empezó, sí, la VIDA, la vida es más fuerte.
Japón vive un momento difícil, crisis económica, crisis política, crisis de falta de buenos líderes etc., pero en estos momentos vemos el Corazón de Japón, el lazo fuerte que hay de persona a persona, en la calma y el silencio Japón se hace más y más UNO. Les invito a mirar a Japón con el Corazón. Seguimos contando con sus oraciones.
Hna. Anita Alvarado
Misionera en Japón
Misionera en Japón
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